Ohayo a todos!! bueno aqui subo mi primer fic a este foro ^^ espero q les guste:
Capítulo I: La prueba
Te traeré de regreso
sin importar lo que
me cueste
Esta es la promesa que te hago, Sasuke-kun
Narra Sakura
Era otra mañana más en la aldea de Konoha. Veía a través de la ventana del hospital como las gotas caían del cielo interminablemente, una a una, desde hacía varios días ya. Odiaba la lluvia, no podía evitar sentirme medio melancólica con un clima así, cuando el ambiente entero se teñía de una gama de grises y la tristeza parecía apoderarse de todos nosotros.
Por el momento y para mi pesar, el equipo siete estaba dividido: Naruto se dedicaba por completo a entrenar, Sai tenía que encargarse de una misión encomendada por Danzo, mientras que Kakashi-sensei también se encontraba en una junto con Gai-sensei, por lo tanto yo había quedado sola. Sin embargo, aprovechaba este tiempo sin misiones para curar a los enfermos y para volverme más fuerte y mejorar tanto mis habilidades de ninja como las de médico. Mi velocidad y mi fuerza se habían incrementado de una manera considerable gracias a la perseverancia, mi rango ahora era de un Jounin y no descansaría hasta convertirme en un ANBU, esa era mi meta. Sabía que no faltaba mucho para aquello, sólo un paso más, era cuestión de tiempo hasta que la Hokage me ascendiera, ella me conocía a la perfección y confiaba en mí plenamente.
Cerca del mediodía, después de haber estado trabajando durante horas enteras en la sala de primeros auxilios y justo cuando me disponía a marcharme a casa, una voz conocida sonó detrás de mí: -Sakura –me llamó seriamente Shizune –Tsunade-sama quiere hablar contigo-.
Sin perder ni un minuto me dirigí hacia a la oficina y entré. Mi maestra como de costumbre, estaba sentada verificando y firmando el papeleo.
-¿Quería verme Hokage-sama?- le pregunté con respeto pasando.
-¿Ah?... Sí- se quedó pensativa un rato para luego observarme con detenimiento –Estuve analizando toda la experiencia que llevas acumulada, tus jutsus, tus debilidades, tus fortalezas y he decidido que estás lo suficientemente lista como convertirte en un ANBU, tienes lo que se requiere-.
Una amplia sonrisa de satisfacción se me dibujó en el rostro, mi felicidad no podía ser más grande. Yo, Sakura Haruno, la niña débil, la molestia, por fin sería una ninja de elite, el trabajo duro y constante había dado sus resultados.
-Pero –el semblante y la voz de la Sannin se endurecieron –Antes que nada, debes superar una difícil prueba, depende de ti llevarla o no a cabo, es tu decisión y te advierto que en cuanto la aceptes ya no habrá vuelta atrás-.
La seriedad en sus palabras me hicieron titubear, ¿realmente era capaz de terminarla con éxito?, ¿realmente tenía lo necesario?... Sí ella creía en mí, entonces ¿por qué dudaba?, ¿por qué continuaba subestimándome y torturándome de esta forma?... era algo estúpido y por demás ilógico, sólo debía decir que sí o por lo menos asentir con la cabeza, no era muy complicado, ya que en más de una ocasión me había visto obligada a llevar mis habilidades al límite y hasta excederlos si la situación lo ameritaba, todo con tal de sobrevivir, con tal de acabar al enemigo antes de que el acabara conmigo.
-¿Lo harás?- inquirió estudiando mis reacciones cuidadosamente –si no estás segura será mejor dejarlo para otra oportunidad –habló fingiendo decepción.
-¡Lo haré!- exclamé decidida al escuchar su tono, no podía permitirme decepcionarla –No importa lo que sea, porque no fallaré-.
-Bien dicho Sakura- me elogió sonriendo –Esta prueba es una misión que te probara tanto mental como físicamente y me temo que no hay márgenes de error, o la cumples con éxito o pierdes todo por lo que has luchado ¿entendido?-.
-¡Hai!- respondí nerviosa.
-A partir de ahora, no puedes retractarte – seguía diciéndome seria sin retirar la vista de mí.
-Comprendo –dije tratando de tranquilizarme.
A continuación la Hokage me entregó un sobre oscuro sellado que contenía los detalles de la misión y su objetivo.
Con impaciencia lo rompí y lo leí. Mis ojos se abrieron de manera desmesurada al comprobar de lo que se trataba el asunto, simplemente no podía creerlo aunque lo leyera una y otra vez. Un solo pensamiento cruzó mi mente en ese instante: “No puedo hacer esto”-.
-Sí no estás dispuesta a cumplir la misión –comenzó a hablar calmada mi maestra –entonces no mereces convertirte en un ANBU, no mereces ser una ninja, no eres fuerte-.
Apreté con rabia los puños, arrugando las hojas contra mi pecho, al mismo tiempo que gritaba: -¡¡¡Yo soy fuerte!!! ¡¡¡Pero lo que me está pidiendo Tsunade-sama es una locura…
-No, no lo es –me interrumpió sin perturbarse ante mi reacción –Es por el bien de Konoha y cuando crezcas lo entenderás. No demores más y ve al punto indicado en el mapa ahora o sino perderás esta nueva oportunidad… muéstrame que lo superaste-.
-No puedo hacer esto- murmuré consternada, marchándome de la oficina.
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Narrador 3ª persona:
Luego de unos minutos de que la pelirrosa saliera del lugar, Shizune entró cargando varios libros entre sus brazos y los depositó con cuidado sobre el escritorio.
-¿Está segura de esta misión Hokage-sama?- preguntó preocupada la castaña enterada ya de la situación.
-Sí… -contestó la rubia -nunca he estado tan segura de algo en mi vida-.
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Narra Sakura
¿Por qué?, ¿por qué?... me repetía aquello en voz baja hasta el cansancio, mientras unas finas lágrimas empezaban a descender por mis mejillas. No lloraba de tristeza, ni tampoco de frustración, sino porque sabía que no quedaba casi nada de la persona que solía ser y que a pesar de mi rotunda negación, terminaría completando la misión que me había sido encomendada, aunque ello significara sepultar mis sentimientos y transformarme en alguien a quien después odiaría.
Con rapidez, procedí a guardar unos cuantos shurikenes y kunais en mi estuche. Me vestí, me calcé las botas, me puse la banda, até mi largo pelo en una sencilla coleta y me encaminé hacia la salida, no sin antes echar un último vistazo a la aldea. Los rayos ensordecedores retumbaban en el ambiente, aún continuaba lloviendo incesantemente y no tardé mucho en quedar empapada entera.
Cerré los puños con fuerza y comencé a correr, debía llegar a tiempo, extensas praderas, ríos y montañas me separaban de mi objetivo. Y entonces, sorprendiéndome incluso a mí misma, me presenté en el punto acordado en tan sólo unas horas.
En medio de un bosque frondoso y frío, estaba él, con la mirada perdida en el cielo, con el agua goteando de su flequillo y con la ropa mojada. Las facciones de su rostro eran ahora más maduras, su cabello había crecido un poco y sus ojos poseían la misma intensidad de siempre.
“¿Recuerdas la promesa que te hice?- pensé pausadamente, sintiendo querer estallar en llanto y sin alcanzar a comprender la razón- No podré cumplirla, te defraudé otra vez, lo lamento. Pero es que te convertiste en el enemigo y eres tú mi objetivo… sí, así es, debo acabar con tu vida Sasuke Uchiha”- concluí amargamente, reviviendo aquellos momentos en los que formabas parte del equipo siete, mientras acortaba la distancia entre nosotros dos.